Por el Canal de Castilla

A las 08:30 horas del 10 de febrero de 2008 al lado de la estación de Campo Grande, en Valladolid, los termómetros marcan -2º, y la escarcha de la helada de la noche se vislumbra en las zonas de césped, poca, si la comparamos con la que encontraremos después. A esa hora, unos pocos locos, estamos terminando de ultimar los preparativos para coger la bici, y atravesando el Pisuerga tomar rumbo al punto donde termina el Canal de Castilla, para hacerlo con la btt hasta su inicio, allá en Alar del Rey, en tierras palentinas, pero muy al norte, tras recorrer mas de ciento cuarenta kilómetros, y superar, como el canal, varios diques y esclusas, y alguna otra sorpresa que nos deparará la ruta.

A las nueve ya estamos todos juntos, siete en total, nadie mas se ha animado... Para mi era la primera vez que coincidía con foreros de APM, en este caso con Marcelino (Boirinho), Buru y Victor (Victorponf), venían también Rafa, Antonio y Miguel.

Nada tenia claro yo como me iban a responder las piernas tras la larga inactividad (desde octubre) de bicicleta, pero para mi sorpresa fueron mas que bien, así que comenzamos nuestra andadura por las sirgas paralelas al canal.

Tuvimos bastante suerte de no encontrar niebla, ya que el frío era bastante intenso, y era difícil entrar en calor. De echo, hasta eso de las once y media o doce no comencé a notar un poco de temperatura en el cuerpo. Llevábamos buen ritmo, ya que, como íbamos a volver en tren, algunos querían cogerlo a las cuatro y media, en vez de a las siete y media, que era el último horario, pero un ritmo cómodo, ya que de otra manera yo me hubiese desfogado enseguida, algo así como le pasó a Miguel, que fue renqueante toda la jornada, sin encontrar en ningún momento buenas sensaciones, pero que aun así cumplió con su compromiso de llegar a Fromista.

Mas o menos transcurría todo conforme a lo previsto, hasta llegar a Dueñas, donde nos dimos cuenta que este día iba a ser el "día de los pinchazos". Hasta ocho, creo, no se perdí la cuenta, creo que llegamos a tener, y eso que yo me libré, pero entre Victor y Marce hicieron que subiesen las acciones de Michelín....

La cosa es que cada poco tiempo nos surgía algún contratiempo en forma de pinchazo, o de rotura, como le sucedió a Antonio, que a la altura de El Serrón tuvo que decir adiós al canal, ya que había partido el eje del pedalier. Un putadón.

Entre esto y las dificultades que encontramos en el camino, poco transitable en algunas zonas fuimos pasando la jornada, entre risas, charlas y pinchazos.

A eso de las tres de la tarde, mas o menos, llegamos a Fromista. Era mi reto, llegar hasta allí. Noventa kilómetros marcaba mi bici, suficientes para mi en estos momentos. Mas que suficientes. Después de reponer fuerzas en un "área de descanso" habilitada para peregrinos del Camino de Santiago, Miguel y yo nos fuimos camino de la estación, dejando a nuestros compañeros camino de Alar del Rey. Este último tramo tendrá que contarlo alguno de ellos.

La sensación que me dejó el día fue la de haber estado pedaleando con unos amigos, y eso sin duda fue lo mejor. Qué buena compañía!! Ya tengo ganas de repetir algo parecido.