Pinchad sobre las imágenes para verlas en un mayor tamaño

30 diciembre 2008

Puerto de Esperabán

Un coloso. Así se puede calificar, sobre todo sus últimos siete kilómetros, al Puerto de Esperabán. Un verdadero descubrimiento en medio de Las Hurdes cacereñas.
El puerto se inicia en la localidad de Pinofranqueado, bueno, allí se toma el desvío hacia el puerto, por que lo que realmente se puede considerar subida es a partir de la localidad de Castillo, en ese momento la cosa se va a ir poniendo seria, muy seria.
En Pinofranqueado, en mitad del pueblo, junto a la farmacia, tomamos el desvío marcado en la carretera hacía Horcajo y Aldehuela. Van a ser dies kilómetros que van a picar siempre hacia arriba, pero con una pendiente muy suave, en torno al dos por ciento. Nos van a servir estos diez primeros kilómetros para ir poniendo las piernas a punto para lo que nos espera. Podemos ir disfrutando, mientras tanto, del paisaje hurdano, predominando el bosque de pino en esta zona, y del río Esperabán, que a la izquierda de la ruta nos va a acompañar casi hasta Aldehuela.

El Puerto se pone serio.

Pues si, comienza lo bueno. Llegamos a Castillo, y a partir de aquí vamos a encontrar rampas ya severas durante un par de kilómetros. Después, tras llegar al cruce de Erias, y coincidiendo con un cambio brusco del firme de la carretera, que hasta este momento era perfecto, vamos a tener otro tramo realmente ya duro. Serán tres kilómetros, hasta llegar a Aldehuela en torno al seis por ciento.

Ahora si que se pone serio.

Si, una vez llegamos a la pedania de Aldehuela, perteneciente al ayuntamiento de Pinofranqueado, y coincidiendo de nuevo con un cambio de firme, a mejor esta vez, a un firme perfecto, vamos a llegar a los siete kilómetros finales y brutales del puerto. La antigua pista forestal, habilitada como carretera para la mejor limpieza de monte que puebla toda la ladera, nos va a hacer sufrir de lo lindo. Nada mas salir de Aldehuela la carretera nos deleita con una rampa larga al 17%, y de estas nos vamos a encontrar varias, auténticos rampones que miran al cielo. Desmoralizan. En ocasiones no levantas los ojos del manillar por que cada vez que miras al frente sigue la misma rampa, y cuando llegas a la curva y parece que va a suavizar un poco, otra mas. Hubo muchas zonas en las que tube que emplear la famosa táctica de Escartin (hacer la subida en zigzag, aunque hagas mas metros, a veces es necesario) para afrontar las rampas.
Cuando coronas, bruscamente te quedas sin carretera. El asfalto termina en el límite de provincia, aunque hay un pista (para btt solamente) por la que puedes llegar hasta Vegas de Domingo Rey.
En definitiva, un puertazo, sobre todo los doce kilómetros finales, que tiene de todo, rampas muy muy duras, algún descanso, cambio de firme, vistas espectaculares, que hay que disfrutar en la bajada, porque en la subida es casi imposible, y una vertiente norte sin asfaltar.

Datos de la subida:


Altitud.- 1295 metros.
Longitud.- 22 kilómetros.
Desnivel.- 849 metros.
Pendiente media.- 3,86 %.
Coeficiente APM.- 185.
























2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y... se acabó la ruta porque la otra parte del puerto está sin asfaltar (para los ciclistas de carretera)

Anónimo dijo...

Es una pena que no este asfaltada la parte salmantina, pero no creo que sea tan dura como la de caceres, que desde aldehuela es una pared.