Escondida en la Sierra de Gata cacereña encontramos otra subida relativamente desconocida . Y digo relativamente porque muchos visitan la localidad de Trevejo, con su castillo en ruinas, pues bien, para llegar a Trevejo hay que transitar por el puerto que presentamos ahora.
La subida en si, sin ser de una exigencia máxima, si nos va a hacer esforzarnos mientras tratamos de alcanzar su cima. Vamos a estar siempre en un porcentaje en torno al seis por ciento, salvo el inicio de la subida y los últimos metros de la misma. No vamos a encontrar picos elevados de porcentaje, en ningún momento el garmin ha llegado a los dos dígitos.
Lo que si vamos a hacer, como en todos los puertos de esta zona, es disfrutar, y mucho, con el paisaje por el que transitamos. Tiene, esta subida, justo hasta llegar a Villamiel, una primera en la que encontraremos a nuestro alrededor bosques de roble, y cultivo, justo al superar las herraduras, de olivos. Una vez pasado el pueblo, y tras los cultivos tradicionales, nos adentramos en un bosque precioso,
de roble, castaño y algún eucalipto que nos acompañará no sólo hasta la cima del puerto, sino que también lo hará en toda la bajada, hasta el cruce con el puerto de San Martín.
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