Como nos pilló un poco de improvisto el acercarnos a él, y por lo tanto sin los mapas de las diferentes rutas que existen, decidimos hacerlo desde Linares de Riofrío, subiendo por la ruta de la Honfria. Una ruta preciosa, siempre rodeados de castaños en los primeros kilómetros, con algunos pinos y robles en la parte final y, aunque subida en invierno, no deja de ser espectacular.
En primavera o verano seguro que la belleza de la subida gana enteros.
En cuanto a la subida en si, tras un primer kilómetro llano, de acople a la pista de tierra, en seguida, ya en el segundo kilómetro se empieza a notar la dureza de la subida. Vamos a tener unos seis kilómetros con una dureza similar y constante rondando entre el 5 y el 6 por ciento.
Pasada el área recreativa de la Honfría, un kilómetro mas o menos, tras pasar una barrera canadiense vamos a encontrarnos un pequeño descanso en forma de bajada de aproximadamente cuatrocientos metros, para, a partir de ahí afrontar los dos últimos kilómetros de la ascensión, de mayor dureza, un kilómetro casi al 8 por ciento y otro casi al 9. Este ultimo tramo que nos conduce a la cima del Pico Cervero encontramos un camino mas estrecho y en bastante peor estado, con muchas piedras sueltas lo que hace mas dificultoso si cabe el ascenso.
Una vez arriba, en la pequeña campa que precede a la cruz y torreta mirador que corona el pico, las vistas hacia el valle de las Quilamas son impresionantes, al igual que hacía todos los pueblos que hay en la falda del Pico.
En primavera o verano seguro que la belleza de la subida gana enteros.
En cuanto a la subida en si, tras un primer kilómetro llano, de acople a la pista de tierra, en seguida, ya en el segundo kilómetro se empieza a notar la dureza de la subida. Vamos a tener unos seis kilómetros con una dureza similar y constante rondando entre el 5 y el 6 por ciento.
Pasada el área recreativa de la Honfría, un kilómetro mas o menos, tras pasar una barrera canadiense vamos a encontrarnos un pequeño descanso en forma de bajada de aproximadamente cuatrocientos metros, para, a partir de ahí afrontar los dos últimos kilómetros de la ascensión, de mayor dureza, un kilómetro casi al 8 por ciento y otro casi al 9. Este ultimo tramo que nos conduce a la cima del Pico Cervero encontramos un camino mas estrecho y en bastante peor estado, con muchas piedras sueltas lo que hace mas dificultoso si cabe el ascenso.
Una vez arriba, en la pequeña campa que precede a la cruz y torreta mirador que corona el pico, las vistas hacia el valle de las Quilamas son impresionantes, al igual que hacía todos los pueblos que hay en la falda del Pico.
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