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23 octubre 2007

La UCI sigue a lo suyo.

Está claro que a los dirigentes de la UCI les dan igual los corredores y siguen a lo suyo. Estos se repiten cada día a si mismo la siguiente máxima: más dinero, más dinero, más dinero.

Los máximos dirigentes ciclistas pregonan a los cuatro vientos que se preocupan por la salud de los ciclistas. Ya hemos visto reiteradas veces cual es "su preocupación", por lo que no vamos a volver sobre ello, lo que ocurre es que su actitud no deja de ser de día en día mas irritante.

La última ha sido la de Ibán Mayo. Cuando a este corredor se le detectó un análisis positivo ( o no negativo) le ocurrió como a todos los ciclistas que han pasado por ello: se terminó para ellos la presunción de inocencia. Eres culpable, te van a caer dos años de sanción mas otros dos sin poder competir en equipos Pro Tour, vamos que se acaba tu carrera: Y eso si, a apoquinar. Ahora que el contraanalisis de Iban ha resultado negativo los sesudos dirigentes de la UCI ponen el grito en el cielo y claman a los cuatro vientos sobre este contraanalisis y ponen en duda su validez. Es decir, que seguimos sin presunción de inocencia. Cuando no se salen con la suya, nos sueltan que si el laboratorio es tal, que si el frasco B es cual, que si, que si. Esto no lo puede pensar el corredor.

No he seguido el proceso del supuesto positivo de Iban Mayo. No se si se dopó o no. Ahora hay controversia, ya que el frasco A salió positivo y el B negativo. Ya digo que no lo he seguido, pero no sabéis como me indigna la UCI en sus decisiones sobre estos temas.

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