No lo entiendo. Que su propio equipo renuncie a la carrera más esperada, más mediática y más prestigiosa del calendario mundial no entra en cabeza humana. No me importa que el CONI le haya inhabilitado por dos años, realmente sin prueba alguna. Mientras no haya una sentencia firme por parte del COI, que es, o mejor dicho, debería ser quien marca las pautas del ciclismo, yo no renuncio a que mi, en teoría, mejor corredor no dispute el Tour de Francia. Esto es dar la razón al CONI, y también a ASO (empresa que organiza la carrera gala). Hay que ir con todas las consecuencias, y presentar a Alejandro Valverde en la salida del sábado día 4 en Mónaco, y que sean los organizadores, los que decidan y los que sufren la presión por parte de los aficionados y también por parte del patrocinador, que no hay que olvidar es una empresa francesa. De esta manera le evitan el marrón a ellos, y se lo cargan directamente al corredor, que, aunque el comunicado diga que cuenta con todo el apoyo del equipo, realmente queda en entredicho con esta decisión.
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