Adios a los Alpes

Terminó el periplo del Tour por los colosos alpinos, y uno no puede dejar de estar un poco decepcionado con la aptitud de los corredores antes estos grandes monstruos. Salvo honrosas excepciones como la de Rasmussen en Tignes, los ataques de los llamados hombres fuertes de la general, han sucedido a escasos kilómetros de la cima del último gran puerto.

La de ayer, con la subida a Galibier, fue una etapa bonita, en la que los corredores españoles Valverde y Contador, tomaron protagonismo en la misma con varios intentos de fuga y de romper el pelotón, cosa que consiguieron, sobre todo con el último gran ataque de Alberto Contador. Discovery había leído muy bien la carrera y tenía por delante a Popovich, para ayudar en la bajada hasta Briançon a Alberto Contador, pero por detrás Caisse d'Epargne también había lanzado a Iván Gutierrez, y el cantabro, el solito, se bastó para neutralizar la ventaja que los Discovery tenían en la cima del coloso alpino, que era algo superior al minuto. Total, etapa bonita, pero terminó en agua de borrajas, con Alejandro Valverde, fiel a su costumbre, arañando algún segundo en la bonificación de la meta.

No entiendo la estrategia de los equipos, tanto conservadurismo no es nada bueno, ni para el espectáculo de los aficionados ni tampoco para conseguir ventajas respecto a los rivales.
Un ejemplo claro es el de Caisse d'Epargne. De un tiempo a esta parte la lectura de las carreras por parte de Eusebio Unzue me parece penosa, igual lo ha sido siempre, pero antes estaba Miguel Indurain.
No entiendo para que tiene en su equipo a corredores como Pereiro o Karpets. Una vez que has decidido, o lo ha decidido la carretera, que tu líder es Alejandro Valverde, en etapas como la de ayer debes jugar la baza de estos corredores, que ponen nervioso al pelotón si los tienen por delante y así vas minando las fuerzas de los rivales. En una jornada como la de ayer, hay que atacar en Iseran, y tiene que ser con ganas y fuerza. Manda a Pereiro por delante en Iseran, verás como no corona el puerto mas alto del Tour un pelotón con setenta tíos, que es lo que sucedió. Hay que jugársela ahí, y después intentar rematar la faena con Valverde, pero mucho antes, en Télégraphe, de esta manera, si lo tienes claro y tienes fuerza, consigues diferencias mayores respecto a tus rivales que la de las bonificaciones, aunque no llegues sólo a meta y sea con un grupo, ese grupo será el de los elegidos, tres, cuatro o cinco a lo sumo, no quince como ocurrió ayer, aunque hayas eliminado a Vinokourov, al que habían eliminado sus lesiones, y a Menchov, aun tienes ahí a muchos, muchos rivales.
Hay que ser mas valientes, para conseguir mas diferencias.

Ansiosos esperamos la crono y sobre todo los Pirineos, pero ojo a estas etapas hasta el sábado y a las fugas que se puedan producir. Recordemos lo que ocurrió el año pasado. Ningún equipo controla al máximo el pelotón como para estar pendientes de todas las escapadas. Rabobank no lo va a hacer, y de los esprinters solo quedan Boonen y Husvod, y no veo a sus equipos controlando las fugas ciento cincuenta kilómetos, ellos lo hacen los treinta últimos...